29 de octubre de 2008

29 de Octubre de 2008

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Traducción de Mercedes
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Sunday Herald

KATE Y GERRY McCANN
BY IAN BELL

DE TODAS las preguntas hechas sobre Kate y Gerry McCann, oficiales y no oficiales, acertadas o gratuitamente crueles, desde la desaparición de su hija de cuatro años (sic), hay una que posiblemente nunca sea contestada.

No es una de las preguntas obvias. No aparece en ninguno de las múltiples investigaciones, falaces o de otro tipo, realizadas por la prensa y la ley. No tiene nada que ver con cómo, lo qué, cuando o por qué. Es mucho más desconcertante incluso que estos misterios.

Quizás, una pregunta para ser hecha mejor por un ateo, que por ninguna otra persona: ¿cómo ha conseguido una pareja simplemente devota mantener su fe?

Si Dios estaba por allí cuando Madeleine fue secuestrada, la mayoría cuestionaría sus motivos. Si un espíritu cristiano animó alguno de los cientos de medios que informaron y comentaron sobre el caso, ¿cómo se manifestó?

¿Y dónde estaba la caridad –y el resto de esa parafernalia- cuando los piadosos especimenes inundaban las secciones de comentarios con sus oscuras conspiraciones, sus certezas morales y sus viles fantasías?

Seguir creyendo en un Dios lleno de amor en tales circunstancias, celebrar una Navidad cristiana sin una hija, con el peso de la pérdida, afligidos por el conocimiento de la atrocidad de la humanidad, es realmente incomprensible. ¿Dice entonces un creyente que esto es, por supuesto, el tema? Quizás.

El hecho sigue siendo que solo hay un hecho: la criatura está todavía desaparecida. Los investigadores portugueses han ido y venido. Han aparecido las teorías de los periódicos, desaparecido y reaparecido media docena de veces.

Las “pruebas” de ADN han resultado ser débiles o inútiles. Los McCann ni se “han venido abajo” ni confesado. Los “sospechosos” no han cedido ante la sospecha. Revisiones interminables de las circunstancias en las cuales Madeleine fue llevada no han conseguido iluminar la oscura noche. (Inciso: No te olvides que la ÚNICA "revisión" que tenía que haberse llevado a cabo, no se pudo realizar por esos "devotos padres y sus devotos amigos" SE NEGARON). No se ha progresado nada. Nada.

Aunque habrá quienes te dirán que Kate McCann no es ese tipo de madre, que todavía hay algo que “no está bien” sobre el estoicismo de Gerry McCann. La necesidad de creer que la niña será encontrada fue sustituida hace tiempo, en algunas partes de la creación de Dios, por la necesidad de creer lo peor sobre sus padres. (Inciso: No siento ninguna necesida de creer lo peor sobre nadie, pero estoy en todo mi derecho a decir que han mentido en sus declaraciones, porque así queda demostrado tras su lectura. Si a ti no te importa el motivo de sus "lapsus mentales" tú sabrás el motivo, aunque me mantengo alerta a un nuevo e "iluminado" artículo explicándomelo todo).

Repetir, tal como los amigos de los McCann siguen repitiendo: no hay pruebas para una acusación. Eso significa, solo puede significar, que no hay ningún derecho de llegar a una conclusión o juzgar. A los obsesivos más crueles, ese tipo de lógica, no les impide seguir dándole al teclado. (Inciso: Mila, creo que hablan de nosotras. Vaya, ahora parece que somos dos obsesivas crueles y antisociales.)

Surge una paradoja. Ahora hablamos sobre el hecho de que algunas personas siguen hablando cuando no hay nada de que hablar. ¿Por qué sigue el caso McCann volviendo a los titulares? Otros niños, muchos niños, se pierden diariamente (Inciso: Si, pero no mientras sus padres están de copas y después se inventan un secuestro). Otros padres ven como su fe y su identidad son puestos a prueba.

De algún modo, los McCann representan la tormenta moral perfecta. Si confías en lo que crees, algunas personas nunca les creerá, incluso si la verdad está más allá de la duda o cuestión. Siempre será culpa de la pareja por no conseguir ser absolutamente perfectos en su conducta parental. (Inciso: Estoy a punto de llorar con la desdicha de San Gerry y Santa Kate)

¿Y se cree alguien que a esta altura ellos no lo saben?

A pesar de todo ellos rezan, ellos todavía creen. Incluso el preguntarnos lo que piden de su Dios se siente como voyeurismo. La sensación es desagradable, pero ni la mitad de desagradable como aquellos que "reconocen" la culpabilidad por instinto, y entienden la verdad sin necesidad de hechos. Otras historias terribles son digeridas y olvidadas en el espacio de horas. Esta no.

¿Culpar a los medios de comunicación? Si quieres. ¿Culpar a los McCann por tratar de utilizar los medios de comunicación para encontrar a su hija? (Inciso: Para eso tendrían que haberla perdido antes. Aquí estamos debatiendo que NO la han perdido, si no que la han “quizás” hecho desaparecer ¿Lo pillas?). Si no te queda otro remedio. ¿Culpabilizar a la maldad natural, a la falta de sentimientos, a los pensamientos enfermizos en un mundo enfermo? ¿Por qué no?

La Navidad llega y se va con una niña de cuatro años (sic) desaparecida todavía es difícil de imaginar. Dios también.

El mundo en el que ocurre todo esto no necesita ser imaginado.

Comentario de Mercedes: El mundo como tú lo ves lo hacen, fomentan y aplauden personas como tú. Personas que se callan ante la injusticia. Personas que protegen a mentirosos DEMOSTRADOS. Personas que dan la espalda a una niña de TRES años que hace 17 meses que está desaparecida.