24 de septiembre de 2009

Caso Madeleine McCann – Gonçalo Amaral sale del país para incriminar a los McCann

24 Horas



Texto – Joaquim Eduardo Oliveira y Miguel Ferreira

“¿Quién?” La pregunta la formula Gonçalo Amaral con “acento olanense” expresando el único comentario que el ex policía hace sobre la presencia del matrimonio McCann, ayer, en territorio portugués.

El ex investigador del caso Maddie estaba en Tribunal de Tavira –como testigo en un caso de droga que se remonta al tiempo en que aun pertenecía al cuerpo de la Policía Judiciaria- cuando Kate y Gerry aterrizaron en el aeropuerto de Lisboa. Fue su mujer, Sofía Leal, quien le dio la noticia y, a partir de ahí, la reacción fue la que repetiría después a 24 horas: ¿”Mac quién”?

Al margen de la llegada del matrimonio inglés, el ex policía dice que va a cumplir “escrupulosamente” las órdenes del tribunal, o sea, no abrirá la boca para relacionar a los padres de Madeleine con la desaparición de la niña. Así será en Portugal, aunque, en el extranjero, el ex coordinador de investigación criminal no promete seguir las orientaciones de la justicia portuguesa. Prueba de ello es la entrevista concedida, hace dos días, a TV Record, donde volvió a hablar de todo lo que piensa sobre el caso de la niña inglesa, tal como dijo en el libro “La Verdad de la Mentira”.

La entrevista dará la vuelta al mundo siendo mostrada en más de 70 países, sin que esto suponga ningún problema a Amaral. Esto es porque, cree, a pesar de tener como telón de fondo la ciudad de Vila Real de Santo António, la conversación fue grabada en Ayamonte, España, junto al río Guadiana.

Ayer, António Cabrita, abogado del ex PJ, entró en el tribunal la oposición a la providencia cautelar que le impide pronunciarse libremente sobre la tesis de la ocultación del cadáver por los padres.

Sobre esto habló ayer la abogada de la familia McCann en Lisboa, Isabel Duarte interpretó la decisión de la Sala 13 de lo Civil de Lisboa de esta forma: “Si el ciudadano –que ya ha estado dos veces en TVI después de adoptada la decisión- sigue haciendo declaraciones en el sentido de ofender a Madeleine, sus hermanos, su padre y su madre, la decisión prevé una solución para ello: pagar 1.000 euros al matrimonio cada vez que lo hiciera, independientemente de cualquier otra indemnización a la que tengan derecho”. Esto se llama sanción pecuniaria obligatoria”.

La abogada apuntó además que la decisión solo se aplica “al ciudadano Gonçalo Amaral, en cualquier país del mundo”.

Continuó diciendo, Amaral “no puede, en Portugal u otro país del mundo, volver a hacer declaraciones sobre este asunto, volver a defender esa tesis, reproducirla, dar entrevistas sobre ella, etc…”.

A esta interpretación el abogado de Gonçalo Amaral contrapone la tesis de que “las leyes portuguesas se aplican en territorio nacional” y que “para que eso no sucediera, la decisión tendría que ser confirmada en los demás países.”

Sobre los 1.000 euros de multa, “si Gonçalo Amaral, diera su opinión sobre el caso, incurriría en un delito de desobediencia”, alertando sobre el hecho de que las correspondientes multas, se aplican solo a los editores del libro y el documental.

El ex policía fue notificado aun ayer de la petición de indemnización de 1,2 millones de euros realizado por los McCann. Por lo que pudo saber 24horas, no ha sucedido lo mismo con los editores responsables del libro y documental que han dejado de poder ser comercializados en Portugal.

Probablemente viva

Ayer, Kate McCann, madre de Madeleine, volvía a Portugal por primera vez desde que volvió a Rothley, Inglaterra en 2007, dos días después de haber sido constituida arguido. Volvió solo durante 24 horas y sin pasar por Praia da Luz, en compañía de su marido, Gerry, para hablar “con los abogados y asesores” Isabel Duarte y Rogério Alves.

Sobrecargado con decenas de peticiones de entrevistas, el matrimonio decidió promover un “encuentro informal” con periodistas en la Sala Strauss del Hotel D. Pedro en Lisboa, el mismo donde un día se hospedaron Clinton y Putin.

A las 15h45, quince minutos después de la hora cordada, y ante una treintena de fotógrafos y reporteros, los McCann escogieron la “extremo” de una fila de cinco sillas que habían sido preparadas. Aunque se sentaron, Kate buscó inmediatamente la mano de Gerry, que apoyó la suya sobre la pierna izquierda, mirando, con la barbilla levantada, hacia la tempestad de flashes.

Kate parecía nerviosa, y lo reconoció. “Estoy aprensiva. Está bien haber venido, porque hacía mucho tiempo que quería volver a Portugal. Creo que este es un buen lugar para continuar intentando ayudar a buscar a Madeleine. Creo que incluso puede ser un punto de inflexión en la búsqueda. Emocionalmente, no tiene la misma fuerza que una visita a Praia da Luz, aunque creo que es igualmente buena,” dijo.

Gerry es más objetivo y menos emocional, protegido por un traje oscuro impecable, aunque revelando la pulsera amarilla y verde de la campaña “por Maddie”.

“Las pruebas que fueron presentadas por el Ministerio Público y por la PJ no pudieron probar que Madeleine esté muerta. Este es el mensaje. Esto es lo que esperamos sea percibido. Lo más importante es que Madeleine probablemente esté viva y es por lo que pedimos ayuda, para que continúen buscándola”, explica.

Más que por la reapertura de la investigación sobre la desaparición de su hija, los padres, lo que pretenden es “avivar la búsqueda” con “el mayor número de personas posibles”.

“Madeleine está viva, porque hay una buena hipótesis de que lo esté. En Estados Unidos fue encontrada una niña 18 años después de desaparecer” (Inciso: Sí, pero su casa y el coche de sus padres no olían a muerto), recordó Kate, para quien “es vital y justo” que no desista de buscar a Maddie.

“Nos gustaría mucho encontrar pruebas que llevasen a la reapertura de la investigación. Estaría bien. Aunque la búsqueda continúa. En vez de quedarnos esperando que el caso sea reabierto, continuamos buscando a Madeleine”, subraya el compañero de Kate, que al igual que ella tiene 41 años.

Estrategia: tribunales

El encuentro de los McCann con los abogados se centró en la definición de una “estrategia que maximice la búsqueda”, dice Gerry.

Más tarde, Gerry y los abogados asumirían que el foco central de esa táctica está en las “diversas iniciativas”, civiles y penales que ya han tenido entrada en la justicia.

Esto para disipar de la opinión pública la idea de que la niña está muerta y que ya no hay nada que hacer. “Sabemos que no hay pruebas que sugieran esto. (Inciso: Son cansinos. De lo que NO HAY PRUEBAS de del SECUESTRO). Aunque si la gente cree que no está viva, dejarán de buscarla. Hay muchos casos como el de Jaycee, en el que las niñas son encontradas vivas. No podemos abandonarlas. Creo que es horrible cuando las gente desiste de estas niñas”, dice una Kate compungida.

“La providencia cautelar y la demanda son una parte central de esta estrategia. Pensamos que las personas, si cuadra la mayor parte de la población portuguesa, creen lo que fue escrito en ese libro”, asumió Gerry McCann. (Inciso: ¿No será porque lo escrito en el libro sigue una línea argumental mucho más creíble que vuestras MENTIRAS?)

Según Isabel Duarte, desde la decisión de la jueza de la Sala de Civil de Lisboa, hace dos semanas, ya fueron incautados cerca de 7.000 ejemplares del libro.

En junio tuvo entrada un segundo proceso, “donde el matrimonio y sus tres hijos solicitan una indemnización basada en cuestiones que también fueron reconocidas en esta providencia cautelar”.

La petición de 1,2 millones de euros –“estrictamente contra el D. Gonçalo Amaral, de acuerdo con las instrucciones claras de sus clientes”- no tendrá respuesta en menos de un año, reconoce la abogada.

La providencia cautelar implica también una acción principal –para defender los derechos, libertades y garantías- que será entregada “en breve”. “Esa sí, será rápida con toda seguridad, visto que es un proceso con formalización muy simple y está intrínsecamente ligada con la providencia cautelar”.

No hablen sobre los McCann

Sobre la posibilidad de que Gonçalo Amaral vaya a Inglaterra para hablar del libro, Kate prefiere no preocuparse con eso. “No quiero dar relevancia a ese tipo de cosas. Madeleine no es menos importante que eso. No queremos perder tiempo con distracciones”, adelanta.

La madre de Maddie confesó que estaba “ansiosa por volver a Portugal y a Praia da Luz, lo que, dice, hará “en breve”. (Inciso: Menos mal que está “ansiosa” solo han pasado dos años desde la última vez.)

“Fue allí donde vi y abracé a Madeleine por última vez. Para mi aun existe una presencia de Madeleine en ese lugar. E hicimos buenos amigos allí. No tengo planes en la cabeza aun. Aunque iré a Praia da Luz en algún momento, en breve.

Además, por allí siempre hay un clima festivo… En cuanto fuimos nombrados arguidos creo que me quedé un poco de miedo de volver. Ahora sería bonito, volver a ver a la gente, estar un poco más cerca. (Inciso: ¿De qué?) Sería mejor aun si pudiese volver teniendo un poco de paz y calma, lo que creo difícil.”

Con el brazo izquierdo sobre los hombros de su mujer, Gerry garantiza que el matrimonio está dispuesto “a gastar hasta el último céntimo del fondo creado para buscar a Madeleine”. (Inciso: Según la redacción no indican “en qué” van a gastar hasta el último céntimo. Aunque también podríamos preguntar: ¿Entonces los asesores, abogados y portavoces los están pagando de su bolsillo? Esto después de descontar el importe pagado por la hipoteca de su casa…). Hay aspectos legales a considerar, aunque lo prioritario para nosotros es que la búsqueda continúe”, dijo.

Aunque también hay aspectos emocionales en medio de esta ecuación. La última fase de la ronda de preguntas habría sido más dolorosa para el matrimonio. “¿Cómo ha sido vuestra vida sin Madeleine?”, se oyó. Se hizo un largo silencio. “No consigo describir lo doloroso y difícil que ha sido de soportar…”, diría Kate, interrumpida después por Gerry: “Estamos adaptándonos a la vida sin Madeleine”, dijo, reforzando que el matrimonio cuenta también con sus hijos Sean y Amelie con quienes hablan “todos los días” sobre su hermana.

“Sean y Amelie están creciendo. Entraron ahora en el colegio y también necesitan ser protegidos y nos han hecho la vida mucho más fácil de soportar”, dice Gerry. “Ellos necesitan a su hermana mayor de vuelta. Ella forma parte de de sus vidas. Si ellos no preguntaran tanto por su hermana, tal vez Madeleine no estaría siendo buscada de esta forma.”

Madeleine Beth McCann nació hace seis años. “Tenemos que seguir. Es mucho tiempo para continuar, continuar… aunque no hay elección posible”. ¿Rezan por Madeleine? “Todos los días”.

Traducción de Mercedes

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