5 de febrero de 2010

Caso Madeleine McCann - El avistamiento de Malta



Ayer, 4 de febrero de 2010, estaba en la Pousada de São Tiago, después del almuerzo, y de disfrutar de un "III tcha lai" (té caliente con leche, en cantonés) en la cafetería exterior. Es una lástima que hoy fue un día brumoso en Macao. Este no es el invierno de mi descontento, ya que el clima ha sido bastante suave. Pero el martes pasado, yo estaba en la Pousada de S. Tiago. Me tomé un "tong lemong tcha" (té helado con limón) y fui testigo de un perfecto final del día, glorioso por este sol de Macao como puede ver en la imagen superior.



Estoy preparando otro post, analizando los cientos de avistamientos de Madeleine, desde Argentina a Venezuela, prestando especial atención a los 1214...) avistamiento registrados "oficialmente" en Malta y estudiando con más atención cómo reaccionaron los medios británicos y el matrimonio McCann a estos avistamientos. Se dará una atención muy especial al avistamiento denunciado por el Sr. Ray Roberts, también en Malta.

El verano pasado fui a Portugal y compró tres libros en el aeropuerto de Hong Kong. "El hombre más buscado", de uno de mis autores preferidos, John le Carré, era uno de esos libros. Le Carré sigue siendo un excelente escritor - yo daría todo lo que escribí, como periodista, durante los últimos 29 años, a cambio de tener el talento para producir unas cuantas docenas de páginas tan buenas como "El Espía que surgió del Frío”.

Pero Le Carré parece haber perdido algo, después del final de la "Guerra Fría" - un problema para todos los que trabajan para los "servicios", una expresión que utilizan los profesionales portugueses de este campo. John le Carré, analizó este dilema, también con un estilo magnífico, en "Un Espía Perfecto".

De todos modos, fue un libro mereció la pena el tiempo que pasé leyéndolo, durante el vuelo de Hong Kong a Lisboa. No soy John le Carré, incluso a pesar de haber conocido en Hong Kong, en 1991, a un empresario alemán que era un buen "amigo" de William Craw, un personaje de ficción de "El Honorable Colegial", basado en una persona real - un periodista británico que fue presidente del Club de Corresponsales Extranjeros de Hong Kong y tiene un busto en el CCE (*).

Fui al CCE varias veces, mientras estuve en Macao, entre 1986 y 1997. Conocí a Hugh Van Es, que murió el año pasado, y todavía recuerdo su expresión favorita (no lo puedo repetir, lo siento...) Una vez, nosotros - Hugh van Es, Stuart Wolfendale, otros corresponsales que se encontraban en HK y yo – nos tomamos un par de cervezas en el CCE, después de la cena, y salimos a tomar otra copa.

Lo último que recuerdo, antes de tomar un taxi hasta mi hotel, es estar en un pequeño bar en Lam Kwai Fong, y a un miembro del cuerpo diplomático con sede en Hong Kong acostado en el suelo, con un buen nivel de alcohol en sangre.

Estábamos todos saliendo del bar, juntos - Hugh van Es, otros periodistas que no puedo recordar, por razones obvias... y yo - y a nadie le importaba un comino el diplomático borracho. Le pregunté a la patrona, una señora china de mediana edad, ¿qué pasa con el diplomático? y ella me dijo: "No hay problema, él viene aquí muchas veces y siempre termina así. Nosotros nos encargamos de él..."

Otra persona que conocí, en Macao, todavía es una institución en el CCE, de por sí una institución en Hong Kong: Clare Hollingworth, una periodista británica que consiguió una de las mayores "primicias" de todos los tiempos cuando vio a las tropas alemanas concentrándose cerca de la frontera con Polonia. La conocí en 1989 - el año de los sucesos de Tiananmen, cuando alrededor de 50 mil residentes ilegales de Macao salieron a las calles - cuando un ministro británico a cargo de los asuntos de Hong Kong llegó a Macao, para reunirse con el gobernador Carlos Melancia. Yo era director en funciones de la Oficina de Prensa del Gobierno de Macao, y estuvo a cargo de la "manipulación" de un gran número de corresponsales extranjeros basados en HK, que llegaron a Macao, siguiendo al Ministro, "oliéndose" una gran noticia.

Recuerdo que estaba en el jardín delantero de Santa Sancha, la Residencia del Gobernador, charlando con algunos periodistas mientras que el ministro británico estaba hablando con el gobernador, cuando una anciana cruzó las puertas de entrada, le preguntó algo a un periodista extranjero y luego vino a mí, casi sin aliento: "Hola, mi nombre es Clara Hollingworth, Soy periodista ..."

Casi me quedé helado. ¿Clare Hollingworth? ¿Clare Hollingworth? ¿La autora de "Hay un Alemán Justo Detrás de Mí"? ¿La periodista que informó por primera vez el comienzo de la Segunda Guerra Mundial? ¡Dios mío! Tuve la misma sensación cuando me choqué la mano con Walter Cronkite, que llegó a Macao en 1990, para entrevistarse con el Gobernador en funciones, el Sr. Carlos Monjardino, para un documental de televisión sobre Asia. Me temblaban las piernas, igual que cuando Mike Chinoy me entrevistó para la CNN, en 1994 ó 1995 (todavía tengo que comprobar la fecha exacta en mis cuadernos azules portugueses...) cuando hizo un informe especial acerca de Macao y yo era el “Enemigo Público Nº 1” del gobernador Rocha Vieira.

La llevé a un rincón más tranquilo del jardín, encontré un sofá cómodo y le preguntó si quería una bebida fresca. Ella me dijo, otra vez: "Soy Clare Hollingworth, no sé si usted sabe quien soy..." Yo lo sabía. El asesor de prensa del Ministro, alertado por su presencia, ya estaba con nosotros. "Me temo que actúo como reportera..." - le dijo el asesor de prensa, con una sonrisa.

Cuando terminó el encuentro, Clare Hollingworth estaba preocupada sobre cómo conseguir un taxi hasta el hidroplano, pero yo ya tenía un coche de mi oficina esperando a las puertas de Santa Sancha y nos fuimos juntos, con el asesor de prensa del Ministro, al muelle. Durante el corto viaje, ella hizo algunas preguntas contundentes al pobre tipo. No se atrevió a negarse a responder diciendo el típico "Sin comentarios", así que estaba de lo más violento, porque tuvo que responder ante el "enemigo" – yo, el director en funciones de la Oficina de Prensa del Gobierno de Macao.

Le eché una mano y le dije que podía hablar abiertamente. Tenía mi palabra de que no repetiría sus respuestas a nadie. Le explicó a Clare Hollingworth que el Ministro había venido a Macao para pedir al Gobernador que detuviera el "desvío" a Hong Kong de los barcos con los refugiados vietnamitas que desembarcaron en Macao. El Sr. Melancia, educadamente, le dijo que el Gobierno de Macao había cumplido con todas sus obligaciones internacionales y que nunca había violado la ley.

Cada vez que se detectaba un barco con refugiados, en alta mar, por la Policía Marítima de Macao, seguían las normas internacionales y los ayudaban. Pero la gente en esos barcos sólo pedía agua, combustible, alimentos y cómo llegar a Hong Kong. Dejé a ambos en el muelle del hidroplano y regresé a casa (mi hijo, en ese momento de cuatro años de edad, estaba allí, con la señora Elfie, durante muchos años mi empleada doméstica filipina a tiempo completo, ya que era mi fin de semana con él).

No soy John le Carré, y no soy Dashiell Hammett, pero intentaré analizar, en la siguiente entrada, los muchos avistamientos de Madeleine McCann, en todo el mundo. Lo haré con más detalle cuando estudie lo que yo llamo "El Avistamiento de Malta": el increíble caso del Sr. Ray Roberts y la forma en que lo trataron los medios británicos.

Publicado por Paulo Reis

(*) Estoy "vendiendo” estos detalles, tal como lo "compré". Con esto, quiero decir que confío en la fuente, un empresario alemán desconocido que había vivido en Hong Kong durante más de 20 años, en el momento y que, para mi sorpresa, también me dijo que tenía en casa varios discos de vinilo antiguos de "Duo Ouro Negro", los más conocidos cantantes y músicos procedentes de Angola, que hicieron con gran éxito, la fusión de la música tradicional africana y la música pop (como se puede oír en ese enlace...)

Traducción de Mercedes